jueves, 28 de enero de 2010

El tiempo y la seguridad...*



¡Ay no, los días están pasando como volando!-, expresó una señora en el vagón número 3 del metro de Caracas al ver que la fecha del periódico que tenía en sus manos ese día tenía fecha del 28 de enero de 2010. ¡Coño!-, dijo un familiar en estos días cuando le aseguré que estaba envejeciendo a una velocidad impresionante, solo me dijo que en algún momento yo llegaría a esa edad, “si y sólo si te cuidas muchachita”.


 ¡Qué cosas, ¿no?! Me comunicó vía telefónica la madre de Vanessa, mi amiga que desde hace más de 3 años no veo porque se fue a aventurar a España. Fui informada por mi amiga hace unos meses que vendría al país a resolver unos asuntos, me prometió vernos antes de partir en enero de vuelta, me dio la seguridad de que eso pasaría, pero aún la espero y faltan dos días para culminar este mes. Por eso su madre me dedicó esa frase.


  ¡De verdad, lo siento mucho!-, me dijo novio hace 3 semanas aproximadamente cuando tomó la decisión de no volver al país. Hasta el momento no he podido expresarme a mi misma muy bien el sentimiento de ira, decepción, incluso desilusión que sentí en al momento de saberlo, porque le estaba esperando, había recuperado la ilusión de verle después de dos largos meses en ausencia, pero no está acá, ni estará por mucho tiempo así que me he vaciado un poco las esperanzas y lo estoy llevando poco a poco, el tiempo de Dios es perfecto. Mientras novio sea feliz y le vaya bien, y yo me sienta a gusto con su decisión, -que ya la asumí-, todo fluirá, por lo menos en mi tiempo. 


¡Te extraño!-, le expreso todos los días a una de mis mejores amigas que está muy lejos de mi. Le he dado la seguridad que al pasar unos meses la iré a visitar al menos 15 días. Estoy muy feliz por ella porque no sólo ha encontrado la estabilidad sino al amor de su vida. ¡Lo sabía! Le expresé cuando el hombre la sorprendió con un anillo para pedirle compromiso. Reímos a carcajadas de felicidad por la gran noticia. Muero porque se cumpla el tiempo que me he estipulado para ir a verle lo más pronto posible.


¡No si no estoy yo contigo!-, me dijo A.L cuando se enteró que me fui a fotografiar a un grupo armado en una zona muy peligrosa de Caracas, y me indicó que no lo hiciera de nuevo si él no iba conmigo; se que le produjo mucha risa escuchar todo el cuento, y a mi me produjo mucha más risa contarle. Le conozco hace más de 4 años y le quiero muchísimo.  Le he prometido buscarle en lo más recóndito si se llega a mudar de casa, que al parecer es pronto, y me ha dicho que es el momento de ir a por él. He esperado mucho tiempo para verle, mi tiempo y su tiempo unidos están a favor del encuentro. ¡Estoy segura de ello!


Con todas estás historias a lo que quiero llegar es a un punto de vista en el tiempo/espacio dando seguridades de ciertas cosas. Son 4 personas que están muy alejadas de mi, unos e tiempo, otros solos en espacio y espero dar a entender este punto tan importante. En cuanto a la seguridad, segundo punto de esta trama, quiero hacer referencia a cuando se da la confirmación y la certeza de las cosas que se dicen y se hacen. Dando un ejemplo vivo de ello, mi amiga comprometida me había dicho que venía, vino, yo le prometí verle antes de partir y nos vimos, no le hice la ilusión de verme ni ella me hizo la ilusión de verla.


Es dar por hechas, cumplidas las palabras que se expresen para no quedar en mal con el tiempo, el espacio y  la seguridad que siente el entorno. Mientras escribo esto hace un clima terrible en la ciudad, hay una tensa calma que se puede cortar con un hilo si se quiere, pero lo más curioso es que así estoy yo también.


Pero como ya dije y reitero, el tiempo de Dios es perfecto, todo pasa y pasará a su debido tiempo.